Como Facebook está de moda, todos nos abrimos una cuenta, y empezamos a añadir amigos, familiares, compañeros de trabajo, y cualquier conocido que se nos pase por la cabeza. Después, pasamos a aceptar toda invitación de las mini-aplicaciones que ofrece esta red social: juegos, grupos de fans, calendario de cumpleaños, fiestas… Parece que lo primordial hoy en día es estar ahí, sin importar el qué dirán. La pertenencia al grupo, el ego, la fama, son poderes latentes en nuestra mente, que no nos dejan leer más allá de un simple divertimento por estar conectados con el mundo.
Fecha: 16 abril 2008
Autor: Anna García Sans
Categorías: Aplicaciones, Facebook, Internet, poder, reflexión, vida privada

